Adiós a mi nesciencia, la lengua española de esta forma comienza




He llegado a la conclusión que la mejor forma de empezar un blog personal es con sinceridad. Confieso entonces mi insuficiencia en la escritura y lectura de mi lengua nativa, y el intento que hago de utilizar palabras complejas para maquillar un poco mis relatos. Listo, ahora no pueden negar que se los he advertido. En la nota de sinceridad, me siento obligada también a explicar el título innecesariamente extravagante que se me ocurrió en un intento de ser original. La verdad es que fui seducida por el idioma. Su gracia y delicadeza nos permite identificar, expresar y compartir nuestros pensamientos más complejos. El poder que posee de implantar una idea en la mente de otra persona, usando simplemente sonidos, es alucinante. Mi atracción me llevó a perseguir esta carrera, convirtiendo el lenguaje en el punto focal de mi vida.

En fin, mi intención aquí es que me acompañen a tratar de entender cómo es que nació el español. Por lo tanto, aspiro resumir la ya resumida historia de la lengua española. Usando como referencia el libro de Fernando Lara “Historia Mínima de la Lengua Española”. Antes de comenzar quisiera citar al escritor chileno Jorge Edwards Valdés, esta expresión me servirá como introducción a la inmensa y compleja historia que a continuación leerán.



"El español es de una vastedad enorme. Se construye a lo largo de un amplio periodo histórico. Tiene pasajes enigmáticos y arrastra una memoria profunda, colectiva. Es suma de memorias. Tiene elementos irracionales"



Todo comienza en la Península Ibérica, la cuna de esta lengua cuya evolución define como hablamos hoy en día. Las primeras civilizaciones, poblaciones prehistóricas, fueron difíciles de estudiar ya que no se conocían sus lenguas, no se pueden encontrar influencias directas a lo que es el español hoy en día.  Los iberos contaban con una lengua no indoeuropea y son de los pueblos aborígenes principales de aquella península. Se conservaron muchos restos arqueológicos y artísticos de los iberos. Más de dos mil inscripciones en diferentes artefactos, como monedas, laminas, estelas, etc. El estudio de las inscripciones ha llevado a distinguir tres tipos de escrituras iberas, de las cuáles la más conocida es la “levantina”, que fue elaborada a partir de un alfabeto fenicio.

En cambio, la lengua del vasco, es el más importante sustrato aborigen de la formación del español. Los celtas llegaron a la península en la Edad de Hierro, y al mezclarse con los iberos, dieron llegada a el pueblo llamado Celtibero, el cual dio una gran influencia sobre los posteriores dialectos romanos. Las colonias mediterráneas fueron formadas por los fenicios y los griegos.






Lo más cautivante de esta lectura en especial, es como llego a ser la mezcla de todos los atributos que cada una de las poblaciones aporto. Con la llegada de los romanos a la península con la certeza de conquistar, para ganar valor estratégico al igual que recursos mineros y agrícolas. Esta conquista no exterminó y toleró las lenguas aborígenes, fue asimilándose. Existió un multilingüismo, mientras que el latín se dejó influir por cada lengua de cada población, y así se convierte en la lengua materna de los hispanos, al adquirir características propias, diferentes a las de donde provenía, el Imperio Romano.

El latín evoluciono en cada parte de manera diferente, distinguiéndose por sus vocales, consonantes, morfología, vocabulario y sintaxis. Hasta convertirse en una lengua romance que abarca gran parte del mundo, complicada y hermosa.





Comentarios

  1. Este comentario ha sido eliminado por el autor.

    ResponderEliminar
  2. Me parecieron muy interesantes los puntos que mencionaste sobre la lengua española. También, me gustó mucho la frase que citaste del escritor Jorge Edwards Valdés.

    ResponderEliminar

Publicar un comentario

Entradas populares de este blog

Alguna vez...?

Copla Manriqueña

Soneto del Silencio